Add parallel Print Page Options

El Hijo, que siendo reflejo resplandeciente de la gloria del Padre e imagen perfecta de su ser, sostiene todas las cosas mediante su palabra poderosa y que, después de habernos purificado del pecado, se sentó junto al trono de Dios en las alturas y ha venido a ser un valedor tanto más poderoso que los ángeles, cuanto es más excelente el título que ha recibido en herencia.

I.— JESUCRISTO, SUPERIOR A LOS ÁNGELES (1,5—2,18)

Hijo de Dios

En efecto, jamás dijo Dios a ningún ángel:

Tú eres mi Hijo,
yo te he engendrado hoy.

Ni tampoco:

Seré para él un padre,
y él será un hijo para mí.

Read full chapter